martes, 12 de octubre de 2010

CONCEPTO DEL SER HUMANO


Lo que pensamos del ser humano condiciona nuestra manera de vernos, valorarnos y sentirnos, tanto a nosotros mismos como a los demás. La autoestima personal y de los demás requiere una consideración positiva del ser humano y de las posibilidades que tenemos de mejorar nuestro bienestar y el de los demás. Si uno tiene una visión negativa del ser humano es más probable que esté a disgusto consigo mismo y con los demás.
Lo que pensamos ejerce también una influencia sobre lo que hacemos. Si creemos que no somos capaces de obrar sin egoísmo, es más probable que seamos egoístas. Si estamos convencidos de que todos los demás son egoístas, la desconfianza, el miedo y las actitudes y conductas defensivas están más justificadas.
El concepto de ser humano es lo que consideramos que son o pueden ser las personas. Abarca muchos aspectos. Nosotros nos centramos en esta unidad en lo que pensamos de las motivaciones humanas, egoístas y altruistas, y de su capacidad para relacionarse con los demás. Se trata de hacer una reflexión sobre si los seres humanos somos capaces de buscar el bienestar propio y el de los demás, si incluso, podemos ayudar a los demás sin que siempre sea por propio interés. Si la respuesta es positiva es más probable que nos sintamos mejor con nosotros mismos y con los demás, que creamos en los vínculos afectivos y en la posibilidad de relaciones satisfactorias y solidarias.
Cuando hablamos del sentido de la vida nos referimos al balance positivo o negativo que hacemos del hecho de vivir, a la valoración que hacemos de la propia vida y de la de los demás. Y cuando nos referimos al mundo, lo hacemos en un sentido amplio, tomando en consideración todas las cosas que sabemos que existen, y, sobre todo, la forma en que nos sentimos en él: bien acogidos o en un ambiente hostil.
Otro concepto importante de esta unidad es el de “lugar de control” o grado en que nos sentimos capaces de influir en el curso de nuestra vida. Saberse capaz y sentirse responsable del curso de la propia vida es muy importante para tomar decisiones, esforzarse, organizarse la vida, etc. Tener un sentido fatalista, de falta de control, predestinación o dependencia es muy negativo porque nos coloca en la pasividad, la pereza y la indolencia

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